miércoles, 23 de octubre de 2013

La vergüenza de no ser político


No me he confundido, no es una errata, ni un fallo informático (Ana Rosa dixit.) Soy muy consciente de lo que he escrito. En estos momentos en los que la profesión de político está seriamente cuestionada voy a romper una lanza en su favor. No a favor de los políticos, sino de la política, sobre todo de la intervención de los ciudadanos en la política.

Nos quejamos día sí y día también del papel que están haciendo nuestros políticos pero pocas veces planteamos alternativas. No es cuestión de reducir a nuestros representantes, o encargar el trabajo a gestores privados. Debemos hacer que de verdad nos representen, tomar nosotros las decisiones importantes, limitar la representatividad, implicar más a la ciudadanía en el proceso político. Convertir a cada ciudadano en un político, no como como el vergonzoso sistema actual de firmar un cheque en blanco cada cuatro años.

El sistema está podrido porque el político no intenta convencer, intenta vender. Un buen político, un buen sistema político, debería ser el que expone sus razones con el fin de provocar un cambio de actitud consciente. Desafortunadamente la gente tiene que trabajar para vivir y no disponemos de todo el tiempo libre que quisiéramos, y aun teniéndolo muchos no se quieren dedicar al estudio de la política. Esa sería la labor del político, el convencer a la gente de que optase por una u otra opción, pero sería la gente la que tendría que elegir. El político no debería prometer favores y el votante no debería buscarlos, no hay que fomentar el clientelismo sino el bien común.

Obviamente todo esto no puede funcionar si el ciudadano no deja de lado toda irracionalidad y se concentra en los hechos y las palabras. Analizar, pensar, sopesar, criticar son costumbres que un ciudadano informado y activo debe realizar para con sus poderes. Así todos seremos un poco más políticos y podremos buscar un camino mejor para todos, así podremos marcar a los dirigentes con la vergüenza pero siendo conscientes de que somos una alternativa ciudadana. Los medios para lograrlo los comentaremos otro día.

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