No me he confundido, no es una errata,
ni un fallo informático (Ana Rosa dixit.) Soy muy consciente de lo
que he escrito. En estos momentos en los que la profesión de
político está seriamente cuestionada voy a romper una lanza en su
favor. No a favor de los políticos, sino de la política, sobre todo
de la intervención de los ciudadanos en la política.
Nos quejamos día sí y día también
del papel que están haciendo nuestros políticos pero pocas veces
planteamos alternativas. No es cuestión de reducir a nuestros
representantes, o encargar el trabajo a gestores privados. Debemos
hacer que de verdad nos representen, tomar nosotros las decisiones
importantes, limitar la representatividad, implicar más a la
ciudadanía en el proceso político. Convertir a cada ciudadano en un
político, no como como el vergonzoso sistema actual de firmar un
cheque en blanco cada cuatro años.
El sistema está podrido porque el
político no intenta convencer, intenta vender. Un buen político, un
buen sistema político, debería ser el que expone sus razones con el
fin de provocar un cambio de actitud consciente. Desafortunadamente
la gente tiene que trabajar para vivir y no disponemos de todo el
tiempo libre que quisiéramos, y aun teniéndolo muchos no se quieren
dedicar al estudio de la política. Esa sería la labor del político,
el convencer a la gente de que optase por una u otra opción, pero
sería la gente la que tendría que elegir. El político no debería
prometer favores y el votante no debería buscarlos, no hay que
fomentar el clientelismo sino el bien común.
Obviamente todo esto no puede funcionar
si el ciudadano no deja de lado toda irracionalidad y se concentra en
los hechos y las palabras. Analizar, pensar, sopesar, criticar son
costumbres que un ciudadano informado y activo debe realizar para con
sus poderes. Así todos seremos un poco más políticos y podremos
buscar un camino mejor para todos, así podremos marcar a los
dirigentes con la vergüenza pero siendo conscientes de que somos una
alternativa ciudadana. Los medios para lograrlo los comentaremos otro
día.
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