La vergüenza de no ser político

No me he confundido, no es una errata, ni un fallo informático (Ana Rosa dixit.) Soy muy consciente de lo que he escrito. En estos momentos en los que la profesión de político está seriamente cuestionada voy a romper una lanza en su favor. No a favor de los políticos, sino de la política, sobre todo de la intervención de los ciudadanos en la política.

Casualidades de la vida

Vivimos en un mundo totalmente globalizado, es un hecho. Los avances tecnológicos de los últimos diez años nos permiten reducir el mundo a un pequeño patio de vecinos, muy ruidoso eso sí. No es tanto en la reducción física de las distancias debido al progreso de los medios de transporte como a los avances en las telecomunicaciones y las tecnologías de la información. Todo el mundo se ha dado cuenta pero los grandes grupos políticos y empresariales parece que se resisten a la realidad, y quieren hacer todo lo posible para que no seamos conscientes de ello.

Acabar con los políticos

De un tiempo a esta parte está proliferando una corriente de pensamiento que me parece bastante peligrosa, si se hiciese realidad. En realidad, la cada vez mayor difusión de esta idea la achaco a la ignorancia de la gente. No me gustaría comprobar que existe una actividad orquestada por algún grupo que pretenda acabar con la democracia.

Inicio

Hace casi un año que sufrí un robo en mi automóvil y entra las muchas cosas que se llevaron de dentro había un cuaderno donde anotaba mis pensamientos y reflexiones. En un momento dado me di cuenta que casi todas eran acerca de la política o mejor dicho de como los ciudadanos estamos obligados a participar en la vida política.